viernes, 31 de mayo de 2024

Elecciones Europeas

Me siento muy indeciso con las inminentes elecciones europeas:

1.No las esperaba, no estoy al tanto de buena parte de la actualidad política nacional/europea. Mea culpa, el ruido mediático, parte bajo la responsabilidad de los actores políticos, parte del bajísimo nivel de la infame clase periodística, exorcizaron cualquier interés por el conocimiento del juego político.
2.La UE me es un atractivísimo concepto cultural, una idea social de una belleza máxima. Pero el avance de los tiempos nos aleja de las ideas románticas de mediados del diecinueve, muy a principios del veinte, la identidad cultural europea actual solo es un goteo de tinte azul que cae resultado del movimiento de la maquinaria económica. El parlamento europeo es, en realidad, una red de oficinas donde se gestiona la economía privada. Un anticapitalista, en principio, no consideraría su participación ni un segundo pero...
3.Al final, voto primero por miedo, segundo por comodidad, tercero como posición política radical. Miedo ante el avance del fascismo, comodidad porque el sistema actual es un punto de inicio mas cómodo, como posición radical porque ¿por qué no escoger al enemigo al que consideras más fácil derribar?

Anarquistas y Aparcamientos.

 El anarquista no considera las líneas pintadas en el suelo de los aparcamientos una marca obligatoria que debe respetar bajo amenaza de multa, más bien la ve como una referencia muy útil para ordenar los vehículos, para que quepan más y una mayor cantidad de conductores puedan estacionar su coche.

La Revolución Fallida


No ha existido jamás una revolución sin reacción contra revolucionaria. No hablo de interna, eso es consustancial con el propio concepto de revolución política ¿Por qué si no sería necesario un estallido? me refiero a una reacción internacional, a la intervención de las élites extranjeras. Nunca. Las revoluciones no se pervierten y caen, los regímenes que surgen de ellas no enferman, se corrompen, derivan de forma natural y propia en otra cosa: alguien las ataca militarmente, y no hay nada más corruptor, nada más anti revolucionario que el ejercito y la guerra.

No existen revoluciones no burguesas. Las revoluciones son hechos, no ideas. Hechos que acontecen en un ambiente de ideas pero se hacen haciéndolas. Hasta hoy todas acontecieron en un ambiente de cambio de configuración económica: las armas, el desgaste político que trajo la debilidad del gobernante a ser depuesto, la organización logística, la dirección ideológica... todo burgués. Así, es inevitable que, una vez instaurado un sistema de control del estado para tiempos de guerra (una forma acelerada e hipermusculada de estatismo) que, para colmo, conlleva tremendos beneficios económicos y favorece un ecosistema de juego y avance político individual) la burguesía considere que ha alcanzado el punto que pretendía alcanzar.

Tendemos a estudiar la historia de las diferentes naciones como cajones aislados. Es un vicio de los historiadores conservadores, tan amantes de la excepciones y particularismos históricos. Pero las relaciones como mínimo continentales, pero casi siempre globales, son evidentes y ESTÁN estudiadas, son públicas, aparecen el la maldita wikipedia. Leyendo Los Ecos de la Marsellesa de Hobsbawn uno se queda patidifuso ante la perspectiva de que aún se debata la idea de revolución burguesa. Se conocen las fechas, están los documentos. Cualquier historiador de la ciencia lo explica sucintamente hablando de los salones franceses, hablando de algo tan "poco político" como la evolución de los sistemas de clasificación del los reinos naturales ¿Cómo es posible que haya debate? La explicación es tan sencilla como la naturaleza del propio libro de Hobsbawm: la lucha ideológica, la batalla cultural, la definición de la naturaleza del presente a través del relato del pasado.

viernes, 17 de mayo de 2024

La Denuncia (otra más)

 Un repartidor está en la comisaría de policía por un robo. No es un trago dulce, las cosas como son: las prisas y un exceso de confianza le hicieron descuidar la seguridad de la mercancía que repartía, no cerró debidamente la furgoneta así que fue fácil que alguien la abriera y se llevara algunos paquetes. Se siente, principalmente, bastante idiota, pero no teme por su puesto de trabajo ni nada por el estilo. Desde el principio nota una actitud un poco rara en el policía ante el que está formalizando la denuncia. Al principio piensa que es el ambiente, el aire dentro de una comisaría de policía le parece bastante extraño, le han sentado frente a un tipo calvo y seco que le hace preguntas y rellena un formulario de un solo folio con un bolígrafo trasparente al que le queda poca punta y del que no hay rastro del capuchón. Le parece algo muy escaso y poco policial, le parece...pues eso, una situación extraña, más aún porque sospecha que todo aquello será totalmente intrascendente. Pero el repertorio de gestos del agente hace que empiece a pensar que sospecha que el está metido en el ajo. 

_Según he visto falta un caja de, por el peso, libros que tenía que entregar en un mayorista de material educativo, un sobre con algo duro pero no muy pesado para el parque de bomberos que hay justo enfrente del mayorista de libros (otro día, en una entrega posterior les pregunte que habían pedido y resulto ser una pieza para un radiotransmisor de uso particular) y un par de paquetes entre particulares dentro de sobres. Uno para la empresa de cambio de neumáticos de motos y otro para una de las oficinas del vivero de empresas.

Gesto rarísimo del policía que sólo confirma la sospecha del repartidor: "este tío piensa que echándose para atrás y torciendo mucho la boca me voy a derrumbar y admitir que me he quedado las porquerías del personal, y yo sólo necesito el maldito papel para... yo qué sé, porque será lo que se hacen en estos casos. Vaya tela, me ha tocado el más friki de la comisaría". 

La Denuncia (otra)

Un vecino está furioso con los albañiles que están realizando una obra dos plantas bajo su apartamento. Cree que la falta de pericia e interés de estos le genera molestias que no tiene porque soportar y así se lo dice. Uno de los albañiles le explica la situación, conviene con el en que las obras son un incordio y que esta no es una excepción pero insiste en que, siendo inevitable, procurara que le afecten lo mínimo. Pero el vecino insiste, una y otra vez, en que no va a resignarse. El vecino es policía. El albañil intuía, por algunos gestos y comentarios precedentes, que el vecino era imbécil, ahora comprueba hasta que punto. Llegado el momento se exaspera:
_Mire, yo creo que no vamos a ninguna parte y preferiría que usáramos otro tono...
_Denúnciame entonces._  interrumpió en tono sospechoso de pretender una seguridad impostada, una que no se basa en su propio carácter si no en la costumbre de encontrarse en una situación de relativo poder
_¿Denunciarle?
_Si te ofende lo que te digo, denúnciame. 
_Ah, no, yo no me ofendo tan pronto, además, tampoco pondría a trabajar a todos esos funcionarios por una tontería tan grande.  

La Denuncia

Coincidió con su vecino tirando la basura. Mejor dicho, tiraba la basura y su vecino estaba dejando una vieja mesa de ping pon bastante destrozada entre los contenedores. Como muchos opina que es un imbécil, también sabe que es policía, no sabemos si ambas cosas tienen algo que ver. Era viernes. Había tres cubos para la basura orgánica, cada uno con una pegatina bastante grande con el día asignado a la recogida de grandes bultos: dos coincidían en que el servicio se prestaba el martes, el tercero indicaba que era el miércoles. Miró la mesa de ping pon y leyó los tres rótulos, como si su vecino no estuviera allí (porque, realmente, su presencia, que digo, su misma existencia, realmente no le incumbía) y se encogió de hombros. Un gesto bastante histriónico, sin duda, consideró una reprimenda.

_Denúnciame. 

_  Si te soy sincero, procuro no hablar con la policía_ Respondió Luis en un tono absolutamente natural, pero luego añadió, esta vez sí en un tono quizás furtivo, quizás malicioso, o puede que, para un observador totalmente ajeno, de conspirador a un compañero de fechorías_ Prefiero no verme envuelto en nada que tenga que ver con ese tipo de gente. 

jueves, 16 de mayo de 2024

Radio Libre

 Estoy con Radio Libre Albemuth de Philip K. Dick y, tengo que decir que me esta pareciendo interesantísima. El otro día escuchaba en un podcast sobre Nick Land(1) una afirmación que me entusiasmo: el arte y la ciencia ficción entran en terrenos filosóficos en los que la filosofía de canon (en el podcast se carga contra la academia) no siempre se atreve a explorar... pues bien, esa novela del norteamericano me parece un ejemplo estupendo de ello. También he leído recientemente un libro sobre la psicología conductista en los 50-60-70(2) en el que su autor M. Lewis, afirma varias veces que muchos psicólogos se hicieron psicólogos porque carecían de  talento literario. La novela (el libro de Lewis no) se adentra en algunos mecanismos mentales por caminos que a mí me ha parecido magistrales.

Una de las cosas que más me está gustando es como la narración se va desarrollando siempre dentro de la lógica de su protagonista. Su lógica constituye en si la cadena, mejor dicho, la red, de acontecimientos. Los sucesos, unas veces confusos, se van hilvanando y el relato de retazos, no siempre de forma lineal, con sus interpretaciones, y juntos van configurando la historia, en ocasiones con una fuerte carga de paranoia y tensión mental. 

Esto me recuerda a las constantes interpretaciones del Quijote o a las lecturas filosóficas de ciertas obras y situaciones o al desarrollo de ciertos textos de esa disciplina, solo que Dick va explorando de una forma muy original los temas, situaciones etc. 


(1)Nick Land. Aceleracionismo y Filosofía Cibergótica, por Malasombra

(2)Deshaciendo Errores, Michel Lewis, editorial Debate.




viernes, 3 de mayo de 2024

Tiempo y Energias

 Hace demasiado que no escribo, no leo lo suficiente con la suficiente concentración, no estudio, no escucho música. Y es por culpa de mi trabajo, del tiempo y la energía que consume. Y a mí lo que me gusta es escribir, leer, estudiar, escuchar música, de hecho trabajo para poder hacerlo.


Lo que sí le he dedicado un poco más de tiempo es a beber. Beber para dejar atrás un poco del peso del trabajo. Así son las cosas.

Charlie Kirk