"Resulta difícil comprender cómo se mantenía el gobierno a pesar de su política monetaria autodestructiva combinada con la inflación, los grandes gastos gubernamentales y la escasez de metales preciosos". Tim Cornell y John Matthews en el volumen de los Atlas Cultural del Mundo dedicado al imperio y su desaparición que publicó Folio.
Una vez más necesitamos usar varias lentes para conseguir comprender lo que estamos viendo a lo lejos. No nos vale con una lógica clásica de la historia por la que los sucesos ocurren porque se tomaron decisiones sabiendo todo lo que sabemos hoy y es lógico que el estado se hubiera desmoronado por esas decisiones.
Lo primero que debemos tener en cuenta es la resiliencia de las sociedades humanas. No nos derrumbamos. Si los bombardeos borran ciudades enteras, al reconstruirlas, incluso si perdimos la guerra, lo haremos tomando como modelo el sitio donde vivíamos, para poder continuar con la vida que siempre hemos tenido.
Aquí también es necesario un análisis marxista y estudiar quienes y por qué detentan el poder, cómo fue su vida, también en lo material y su relación con las clases gobernadas. Quién sufre más (si realmente sufre más), quién se adapta más fácilmente a los cambios, etc. Se me ocurre que tener presente la ley de hierro de Michels también puede ayudar a ver las cosas con perspectiva: los que tienen poder alimentaran lo que puedan la maquinaria que los mantiene poderosos. La desaparición del imperio romano occidental no se produjo por un abandono del sistema filosófico que llevaba siglos instaurado, todo lo contrario, viviría momentos de auge. Las formas de vida, la homogeneidad de la clase dirigente no sufriría cambios significativos hasta bastante más tarde.
Además debemos contemplar la posibilidad de que, sencillamente, no existiesen opciones que contemplar ni diferentes modelos que seguir. Para "salvar al gobierno" toda innovación debe provenir del propio gobierno, que no tiene modelos cercanos y exitosos que copiar, "exigir" revoluciones políticas, incluso intelectuales, para salvar estados es pedir demasiado . Roma, hace suya Grecia y es precisamente esa amalgama la que perdurará más en el tiempo.
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