lunes, 22 de abril de 2024

Los Malos.

 Los seres humanos tenemos una capacidad de disociación alucinante. Sólo así se explica como, por ejemplo, tras miles de películas en la que los nazis son absolutamente malvados sigue habiendo personas nazis. En comics, novelas, el cine y el teatro hay historias de tremendo éxito que dejan claro quienes son los buenos y quienes los malos: de heroicas luchas de pobres contra multinacionales, de resistencia al capitalismo depredador, de búsqueda de nuevos horizontes de mayor humanidad en la educación, la sanidad... historias con mensajes de amor a la naturaleza, compasión por el más débil o compromiso y resistencia ante el ascenso de la opresión.


¿Quizás casi nadie admite ser el malvado en la vida real? ¿Puede que nadie relacione sus ideas y comportamientos con los de los malvados absolutos porque visten de uniforme y su maldad es, casi siempre, física? Lo cierto es que después de ese rato entretenido en la butaca del cine o teatro, en el sofá o en la mecedora del porche, el mundo sigue girando. Es verdad que casi nunca los buenos no son tan buenos pero al menos deberíamos tener un modelo con el que empezar a comparar.


En realidad, el mal casi siempre se va alimentando poco a poco, con comportamientos y posicionamientos pasivo agresivos. Es algo muy complejo.

sábado, 20 de abril de 2024

La Caída

 Cuatro personas se disponen a bajar un mueble pesado por una escalera estrecha. La primero y la segunda están acostumbradas a ese tipo de trabajo, realizan ese tipo de actividad de forma profesional, la tercera hace bastante que se retiró, aunque conserva cierto vigor y una fuerte tendencia al mando (pues fue jefe-trabajador) y una última que, aunque esta relativamente en forma, no realiza trabajos físicos, es jefe de personas que hacen trabajos físicos. Comienzan las deliberaciones sobre como abordar la tarea: los dos operarios tienen claro como hacerlo... es más, están seguros de que ellos solos podrían realizarlo pero consideran absurdo desaprovechar la presencia de los otros dos. Finalmente se impone la estrategia de las dos personas acostumbradas a mandar. Empiezan a bajar trabajosamente el mueble pero no está bien sujeto y las personas que intentan moverlo tienen fuerza desigual, así que el tiesto termina cayendo de forma peligrosa por la escalera.

Este no es un alegato contra la democracia parlamentaria... o sí. La discusión entre iguales roza la utopía, la política podría ser, en muchas ocasiones, más un peligro que una herramienta para resolver conflictos. Entre otras cosas en los parlamentos no gana con frecuencia la lógica o la practicidad, es más, ni siquiera se toman decisiones puramente democráticas. Los parlamentos son lugares donde personas poderosas juegan a imponer su criterio. 

Atención que no estoy pidiendo que caigamos en el positivismo extremo, las decisiones conjuntas de los grupos sociales siempre serán imperfectas y no podemos caer en la búsqueda ciega del máximo rendimiento. Pero es que joder, esa maquina podía haberme matado, aún me duran los moratones. 

viernes, 19 de abril de 2024

El Antes y el Después de La Verdad


 Hemos entrado en la era de la post verdad, dicen muchos, incluyendo multitud de periodistas que, curiosamente, se sienten ajenos a esa situación. Pero que haya un tiempo post verdad significa que hubo un tiempo en que había verdad... y eso simplemente no es cierto. Los testimonios de las personas siempre han estado mediatizados por su visión de lo ocurrido (es decir, como interpreta lo presenciado según su experiencia, situación personal, personalidad, incluso por sus capacidades sensoriales), sus propios intereses, las consecuencias de lo ocurrido y un largo etcétera. Y estamos hablando de los testigos de los sucesos, no hablemos de la interpretación de los hechos pasados que nos llegan desde tiempos posteriores... 

Así, hablar de post verdad es caer en otra mentira, lo cual no creo que sea un correcto primer paso para combatir la falsedad.   

domingo, 7 de abril de 2024

La Boda

 Se casa el alcalde de Madrid y algunas imágenes se vuelven la comidilla: trajes caros que resultan raros, poses forzadas, movimientos torpes, lenguaje nasal y ademanes ridículamente pijos. Los gamberros de internet se ríen, les llaman degenerados, infrahumanos por la endogamia o por vivir en un mundo aparte del resto. Los buenos se sienten un poco incómodos y, al final, defienden a los festejantes: está feo reírse de las pintas de nadie.  Y así, dan una piedad que no recibirían y son condescendientes con gente que, desde el poder, no esperan, porque no necesitan, porque están por encima de cualquier aprobación que nosotros podamos darles. El humor, el humor cruel incluso, de abajo a arriba no sólo es legítimo, es necesario. Sin embargo cada vez es más frecuente que personas que llevan toda su vida en una posición de fuerza clamen contra la cancelación cuando se les afea un abuso o un exceso. Y los bienintencionados les siguen el juego. 

Las Gentes de España.

 Afirmaciones del tipo: España, o X país, da igual, país de cabreros, como la que leí hace un rato en twitter , citando además Gil de Biedma me agotan. Recordemos que las gentes de los países no son nada, en todo caso podemos decir que se dedican a algo. A lo que pueden con los medios que tienen... según una tradición que, en parte, es un manual de instrucciones. Para la sofisticación (vamos a llamarlo así) es necesario un nivel de organización que proporcionará herramientas, técnicas y capacidades de esfuerzo. Los estados, los países, son una forma de esa organización, así, el tipo de esta, quien la lidera, que objetivos tiene son determinantes, por eso creo que catalogar a las gentes bajo el control de un tipo de organización política de ese tipo por como se gana la vida es, en mi opinión, un error.

sábado, 6 de abril de 2024

El Tatuaje.

 XX se hace un tatuaje. XX es una persona muy joven pero mayor de edad, eso sí, desde el punto de vista de quien escribe, bastante inmadura. El tatuaje es, si nos centramos en la técnica, bastante cuestionable, pero a fin de cuentas se trata sólo de unas letras, el nombre de una persona muy querida para ella que está pasando una mala racha, una muestra de cuanto la quiere y apoya. Se puede argumentar que usa un enfoque artístico kitsch o que busca la originalidad de la sencillez, por ejemplo. El lugar donde se lo ha hecho también es un poco raro... en fin, no termina de encajar como elemento estético.

Mi primera reacción _aunque primero quiero dejar muy claro que todo esto que voy a contar ha sido privado y que no contenía ningún tipo de interpelación moral, psicológico o estético a esa persona, esto es, no le he cuestionado, le he pedido explicaciones o censurado_  ha sido lamentar la decisión de tatuarse. Una persona como he dicho antes , joven y, en mi opinión, inmadura, lanza una expresión al mundo, pero lo hace de forma, en principio, definitiva. Las circunstancias pueden cambiar y el mensaje puede perder todo su valor. Un ejemplo, en España 136 padres llamaron Daenerys a sus hijas (el recuento es de 2008, aunque, como veremos justo ahora, dudo que haya aumentado). Daenerys Targaryen es, recordemos, un personaje de una serie de novelas bastante éxito del escritor GRR Martin cuya adaptación para TV recibió una difusión masiva. Pues bien, los personajes de Martin contienen cierta complejidad interior, el escritor disfruta creando personajes con muchos claroscuros, con motivaciones propias no siempre muy definidas, a los que pone en situaciones moralmente comprometedoras y de los que gusta mostrar reacciones muy, muy, insisto, muy reprochables. Daerys esperó a los últimos capítulos para abandonar un camino de heroína (que quizás nunca había estado recorriendo pero que muchos televidentes no supieron apreciar) y su nombre dejó de ser sinónimo de resiliencia, fuerza y emancipación, y pasó a ser nada menos de el asesinato de masas.

Mi segunda reacción (es una forma de hablar, una no fue tras la otra, de hecho esta segunda seguramente reforzó y fue fuente a la vez de la primera) fue cuestionarme, por los motivos que indiqué mas arriba, el valor estético del tatuaje en si. Esto me ha hecho reflexionar mucho sobre como proyectamos en los otros nuestros propios valores. Parece que tengo claro el canon al que me gusta que se ajusten las cosas y las juzgo con respecto a ellas. Exijo cierto nivel de calidad en según que cosas, siempre de acuerdo a ese mismo canon. Pero la experiencia vital de esa persona, corta o larga y su reflexión e interiorización de sentimientos y sensaciones es suya, personal, única, igual que la mía: yo soy sólo una, según una estimación que hizo el MIT, de las cinco mil personas con las que interactuará a lo largo de su vida. Además, mi propio forma de adoptar ese canon evoluciona, así que hablamos de mi interpretación a algo en un momento concreto. El propio canon no es algo que me venga impuesto de fuera, ciertamente está condicionado por el contexto social e historia personal, pero es parte de la construcción de mi propia realidad. Las variables son tantas que me llevan o a un individualismo casi radical, o a la indiferencia... y eso es algo muy diferente a lo que yo considero, comunicación y, finalmente, Arte.

Hay una tercera reacción: la sensación de que la elección del estilo y ejecución estaban supeditadas a la cantidad de dinero a asignar al trabajo de creación y al tiempo de ejecución. Que no hay una reflexión profunda, que es un mensaje muy básico, que todo haya sido un breve chispazo con resultados eternos (en cuanto a su duración de toda una vida) y muy poca repercusión vital. 

Charlie Kirk