viernes, 25 de noviembre de 2022

El Río Rojo.

¿Por qué todos los analistas ignoran SIEMPRE las circunstancias en la que se desarrolló el socialismo/comunismo?¿Cómo es que se habla de él como una especie de unidad fuera de la historia, alejado del azar o la acción de sus enemigos? Parece que su evolución es como el discurrir del agua de un río que recorre tierras vírgenes. Guerra Mundial, revolución, guerra civil, otra guerra mundial, guerra fría, cerco... siempre a la defensiva, siempre necesitando fuerza y disciplina.

No deja de ser curioso (y frustrante) como Dwight Mcdonald, que en las primeras páginas de "La raíz es el hombre" muestra, en mi opinión, una visión muy acertada, cae en ello. Los obreros llegado el momento son socialistas. Dan igual la situación económica, el auge de movimientos de masas con enorme energía o los esfuerzos de aquellos que pretenden domesticar la revolución. Es el socialismo el que está contaminado per se, Marx está equivocado. 

Con todo Mcdonald me ha hecho pensar muchísimo en la idea de los socialdemócratas como creyentes de la ciencia que, aplicada conforme se vaya desarrollando al estado, nos traerá el/un desarrollo y los radicales, que cuestionan esa idea de desarrollo. Esa idea ha calado mucho en mí.

Lo cierto es que creo que Mcdonald cae en lo mismo que acusa a los socialdemócratas y comunistas burocráticos al querer aplicar leyes fundamentales que no lo son por lo poco desarrolladas que están. 


"Todo el mundo tiene derecho a ser estúpido

 pero el camarada Macdonald abusa de ese privilegio"

Trotski.


No quiero que parezca que emito un juicio severo. Lo que pongo aquí son sensaciones de una lectura poco avanzada por un lector con poco juicio, estoy seguro que en cuanto el libro entre en la polémica progresismo/reformismo vs. radicalismo habrá argumentos muy jugosos.

 


miércoles, 23 de noviembre de 2022

Chomsky vs Foucault. Naturaleza Humana, Poder.



 

Roma, los bárbaros, el dinero y el desarrollo.

Últimamente estoy leyendo interpretaciones de medievalistas muy interesantes y aportaciones muy valiosas (para mí, son asuntos bastante tratados en la filosofía del siglo XX) en torno a conceptos como dinero, identidad y desarrollo económico y político. Lo que más me ha atraído son las ideas de Pether Heather, que se esfuerza en desligar este desarrollo con bienestar social al hablarnos de los pueblos bárbaros del siglo I-IV, su contacto con Roma y como su relación económica los convirtió en unidades políticas de cierta importancia. Recomiendo su libro, Emperadores y Bárbaros (Ed. Crítica). 


No son ideas para nada novedosas pero, como soy bastante reiterativo me detengo en ellas cada vez que las encuentro, sobre todo en "ambientes" inesperados. En realidad no debería sorprenderme tanto, entre los estudiosos de la Roma tardía/Europa medieval hay no pocos enfoques marxistas de mérito y relativo éxito editorial. Wickham es un buen exponente pero no lo esperaba en Heather. 

domingo, 13 de noviembre de 2022

La Raíz

 Es alucinante como Dwight Macdonald vio, se puede decir que predijo, buena parte de la situación en la que se encuentra actualmente la izquierda occidental. Lo hace en una crítica a la sociedad capitalista de la postguerra, hace casi setenta años, lo cual nos habla de como corrientes y las dinámicas sociales no son tan caóticas y cambiantes, tan actuales, como tendemos a pensar. 50 años desde una perspectiva histórica son muy poco, por mucho que la premura de nuestras vidas, el ritmo al que nos venden las noticias y la comunicación continua y la difusión instantánea de contenido y crítica, nos lo hagan creer.


Este "La raíz es el hombre, radicales contra progresistas", una reunión de dos artículos suyos en su revista  Politics comienza (más allá de la introducción de CZeslaw Milosz, que extrañamente pertenece a la edición Polaca) con algunas definiciones muy interesantes: Izquierda y Derecha políticas y Progresistas y Radicales. Esta segunda dicotomía es la que me ha parecido más interesante (no en vano es el tema principal del libro). Macdonlad nos dice que el progresismo conlleva el análisis científico de la realidad para ajustar leyes, normas y comportamientos a esta, insisto, de acuerdo a criterios científicos. Los radicales no negándola, todo lo contrario, siendo lo contrario de los efectos contraproducentes de esta.


domingo, 6 de noviembre de 2022

Consumidor de Vanguardias Perezoso.

 Esa postura de "todo lo que me rodea es mediocre/está mal organizado/está infestado de hipócritas" sólo rebela que no te has movido lo suficiente para encontrar la gente o el lugar correcto... o que una vez encontrado te has acomodado demasiado en él.

Leo a demasiada gente quejándose de lo mal que está tal o cual escena cultural, cuando lo que deben hacer es buscar más. Se quejan de no poder acomodarse, de que nadie le sirva en bandeja un producto cultural de calidad. Culpan a los demás de no conocer, de que la contracultura no se quede quieta donde están ellos y el movimiento no se pare donde a ellos les gusta.

Lectura recomendada →

Es curioso, conocí este panfleto de Jordi García (¿Sin tilde porque el nombre está en catalán quizás?) gracias al tiempo que le dedicaron en RNE. Es una llamada a combatir la comodidad y el estancamiento de los intelectuales, con demasiada tendencia a refugiarse, una vez que han conseguido cierto estatus y, a la vez, cierto peso en "lo clásico", lo que para ellos es cómodo. Pues bien, a cuentas del debate sobre las formas de protesta contra el cambio climático realizadas en algunos templos sagrados de la cultura he descubierto un montón de profesionales de la cultura (cultura "joven" en RNE) incapaces de rascar un poco la superficie de la protesta, muy indignados porque los activistas, con razón o no, han alterado la paz en esas estancias sagradas.

Voy, aunque parezca increíble, a usar las palabras de alguien que es un ejemplo de desfachatez intelectual, pero que, miren ustedes, viene muy bien al caso, Perez-Reverte: "la revolución está bien, pero no quemen mi coche"

Charlie Kirk