Estrenada la tercera temporada de The White Lotus voy a intentar reflexionar sobre la crítica social "de proximidad", a escala casi individual, en los medios de gran difusión. Dejemos a un lado la idea de que se presentan ideas de progreso, anti sistema, de una forma muy suave y cómoda al espectador, que puede mirar cada capítulo con pose socialdemócrata sin sentirse agitado, eso ya lo hemos hablado en otras ocasiones. Pensemos en aquello en lo que se centra la serie, los personajes.
Creo que en la serie (un producto cultural destinado a participar en una industria cultural absolutamente capitalista) se pone el ojo en los personajes. Es cierto que recurre a algunos recursos que puedan parecer un poco arquetípicos pero resulta interesante ir descubriendo matices y ver como se van manifestando las tensiones que desembocan, irremediablemente, en el desastre final.
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