Todos sabemos que el antropólogo participó muy activamente en los movimientos antiglobalización y que, al ser un intelectual y académico de cierto prestigio, fue una voz destacada y escuchada en ciertos medios. Pero Graeber era un anarquista que protestó contra la necesidad de elites y vanguardias revolucionarias, por ejemplo en "Fragmentos de una Antropología Anarquista".
Ya, Publico es un medio ligado a Podemos y Podemos ha demostrado con el tiempo no ser en realidad el partido político asambleario ultrademocrático que prometió ser, más bien todo lo contrario, pero no deja de ser extraño que a Alejandro Torrús, el autor de la reseña, licenciado en Ciencias Políticas y Periodismo, no haya respetado la verdadera esencia del trabajo del profesor estadounidense.
La idea de que indiscutiblemente tiene que existir una élite política que nos marque el camino al resto parece estar tan arraigada como la de la unión consustancial del capital y la humanidad, teoría contra la que Graeber se opone en su libro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario